Psiquiero nació de una ilusión de cuando era pequeña
Nació de unas ganas increíbles de poder tener un centro donde ser yo y reflejar la personalidad que me acompaña. Mi sueño es crecer junto con cada uno de mis pacientes
Psiquiero es una gran familia y si formas parte de ella, ¡gracias!
No puedo decir más de mi centro, salvo que me enriquece cada día.
Hoy cumplo un sueño. Cada día abro las puertas de Psiquiero sabiendo que no hay nada que me haga más feliz.
No todos los días son fáciles, pero duermo pesando que todos tenemos días difíciles, e igual que ellos luchan cada día, yo lucho con ellos, mis pacientes.